sábado, 4 de octubre de 2008

Diversificar Matriz Energetica Chile

La constante dependencia que posee chile en materia recursos energéticos ha abierto nuevamente el debate entre los estudiosos del tema. La carencia de recursos primarios como el gas natural, carbón y petróleo me ha llevado a desarrollar este estudio que tiene por finalidad determinar cual es factibilidad de diversificar la matriz energética en Chile, considerando que el 72% de la energía que se utiliza en las industrias y hogares proviene del exterior siendo el diesel el más importante.

La imperiosa necesidad de disponer de una política energética sustentable surge frente a las declaraciones o aspiraciones de las autoridades nacionales de que Chile será un país desarrollado al año 2010. Frente a estas afirmaciones cabe plantearse serias interrogantes.

En efecto, existirían situaciones que parecieran desmentir la posibilidad de alcanzar dicho objetivo: En primer lugar, la crisis eléctrica de los años 1998-99 y la grave amenaza de que estas crisis se hagan recurrentes estarían atentando contra la sustentabilidad de un modelo económico basado en la apertura unilateral de nuestro comercio exterior.

Por otra parte, los impactos ambientales y el permanente rechazo de grupos ciudadanos a los megaproyectos energéticos estarían revelando la insuficiencia de las políticas ambientales y la falta de adecuados canales de participación ciudadana informada.

Por último, la elevada y creciente dependencia energética del exterior -actualmente un 72% de nuestros requerimientos son satisfechos desde el exterior, estimándose que dentro de la década dicha dependencia alcanzará a 80%- comprometiendo nuestro desarrollo, más aún en un mercado en que los precios presentan una clara volatilidad, la mayoría de las veces determinada por razones políticas.

Una política energética sustentable debe estar inserta en un proyecto de país. Si bien algunos de las exigencias que se plantean a continuación pudiesen escapar del marco limitado de una política energética, se puede afirmar que quienes trabajan en este campo no pueden marginarse del esfuerzo por definir algunos de los componentes de este proyecto.

Es así como una política energética no debe renunciar a un cuestionamiento de los patrones de consumo y producción; a integrar la variable energética en la política ambiental; a participar en la concepción de una estrategia de desarrollo urbano y de una política de transportes sustentable; a incorporar efectivamente la calidad térmica y ambiental de la edificación en la política de viviendas (explotando las potencialidades de las ordenanzas municipales); a asegurar el abastecimiento de electricidad y combustibles al conjunto de la población; y diversificar la matriz energética e incorporar el uso eficiente de la energía como una opción estratégica de la política energética.

Propuestas:

Una redefinición del rol del Estado hacia una vinculación estrecha, entre otras, con las políticas ambientales, de desarrollo urbano, de transporte y de viviendas. A cambios en los esquemas regulatorios esfuerzos reales por diversificar la matriz energética con la finalidad de reducir los obstáculos a la integración de los principales sistemas eléctricos del país y a la integración energética regional redefiniendo el rol de la planificación del sector energía.

Etica y Corrupcion

La corrupción es un problema eminentemente político. Las elites que han manejado al país hasta ahora la han hecho funcional a sus aspiraciones de mantención del Status Quo.

La explicación del porque en los últimos tiempos se han hecho públicos un sin número de casos de corrupción no se debe a un sinceramiento social. Aparentemente, la explicación a la importancia que se le ha dado al problema se debe buscarla en otra parte: por un lado, en disputas internas de las elites por el poder; por otro lado, en ciertas exigencias planteadas desde el contexto internacional (globalizacion) que presionan a las elites a ciertas actitudes frente al manejo del Estado y del sistema productivo.

La debilidad institucional de la Democracia en nuestro medio ha contribuido al sostenimiento de un sistema paralelo integrador de corrupción negra frente al sistema legítimo en plena crisis. Este sistema es concebido y mantenido por la elite tradicional.

A pesar de las deficiencias estructurales, el problema de la corrupción no tiene, en rigor origen, en el Estado, sino en las Elites que han manejado el Estado. El supuesto del proceso, entonces, es la Anomia Estructural que se verifica en la construcción y funcionamiento de un sistema paralelo al Estatal o legítimo, concebido e implementado por las Elites.

La principal repercusión de los hechos de corrupción por los medios masivos ha sido su coste moral. Cuando la ética pública no apropiada, cuando la opinión pública tiene en general un concepto negativo de la política, la corrupción se tolera porque se considera una consecuencia inevitable del ejercicio del poder.

Los medios de comunicacion son indispensables para la formación de una opinión colectiva, especialmente sobre una cuestión tan secreta y clandestina por definición. Sin embargo, su accionar está en función de la actualidad de la noticia; una vez que esta pierde actualidad pasa al olvido contribuyendo a que los ciudadanos comunes mantengan una actitud apática en esencia. Es correcto que la ineficiencia de los servicios públicos generan corrupción; pero también es cierto que el nivel de integración social y la percepcion de metas sociales es baja. No se puede pretender un óptima relación del ciudadano común con las reglas institucionales si aquel se encuentra fuera o se siente fuera de los propósitos de la sociedad

martes, 3 de junio de 2008

Tecnoeconomia ¿Ruina o salida para lograr desarrollo naciones?

La idea de desarrollo ha llevado consigo siempre una base tecnoeconómica, mensurable por los indicadores de crecimiento y los de renta. Supone de manera implícita que el desarrollo tecnoeconómico es la locomotora que tira adelante, naturalmente, de un "desarrollo humano" cuyo modelo acabado y exitoso es el de los países llamados desarrollados, es decir, occidentales. Esta visión supone que el estado actual de las sociedades occidentales constituye la meta y la finalidad de la historia humana.

El desarrollo "durable" no hace más que atemperar el desarrollo por consideración con el contexto ecológico, pero sin poner en cuestión sus principios; en el desarrollo "humano", la palabra humano está vacía de toda sustancia, a menos que remita a un modelo humano occidental, que sin duda conlleva rasgos esencialmente positivos, pero también-insistimos- rasgos esencialmente negativos.

Además, el desarrollo, noción aparentemente universalista, constituye un mito típico del sociocentrismo occidental, un motor de frenética occidentalización, un instrumento de colonización de los "subdesarrollados" (el Sur) por el Norte. Como dice con acierto Serge Latouche, "estos valores occidentales (del desarrollo) son precisamente los que hay que poner en cuestión para encontrar solución a los problemas del mundo
contemporáneo" (Le Monde diplomatique, mayo 2001).

El desarrollo ignora lo que no es ni calculable ni mensurable, es decir, la vida, el
sufrimiento, la alegría, el amor, y su única medida de satisfacción radica en el
crecimiento (de la producción, de la productividad, de la renta monetaria). Concebido únicamente en términos cuantitativos, ignora las cualidades, las cualidades de la existencia, las cualidades de solidaridad, las cualidades del medio, la calidad de la vida, las riquezas humanas no calculables y no crematísticos; ignora la donación, la magnanimidad, el honor, la conciencia. Su proceder barre los tesoros culturales y los conocimientos de las civilizaciones arcaicas y tradicionales; el concepto ciego y tosco de subdesarrollo desintegra el arte de vivir y la sabiduría de culturas milenarias.

El desarrollo ignora que el crecimiento tecnoeconómico produce también subdesarrollo moral y psíquico: la hiperespecialización generalizada, las compartimentaciones en todos los campos, el hiperindividualismo, el espíritu de lucro conducen a la pérdida de las solidaridades. La educación disciplinaria del mundo desarrollado aporta muchos conocimientos, pero engendra un conocimiento especializado que es incapaz de captar los problemas multidimensionales y determina una incapacidad intelectual para reconocer los problemas fundamentales y globales.

El desarrollo asume como benéfico y positivo todo lo que en la civilización occidental es problemático, nefasto y funesto, sin por ello incorporar necesariamente lo que en ella hay de fecundo (derechos humanos, responsabilidad individual, cultura humanista, democracia).

El desarrollo aporta sin duda progresos científicos, técnicos, médicos, sociales, pero aporta también destrucciones en la biosfera, destrucciones culturales, nuevas desigualdades, nuevas servidumbres que sustituyen a las antiguos sojuzgamientos.

El desarrollo derivado de la ciencia y la técnica aporta en sí mismo una amenaza de aniquilación (nuclear, ecológica) y de temibles poderes de manipulación. El término de desarrollo durable o sostenible puede enlentecer o atenuar, pero no modificar ese curso destructor. De ahí que no se trate tanto de enlentecer o atenuar, sino de concebir un nuevo punto de partida.

En fin, el desarrollo, cuyo modelo, ideal y finalidad es la civilización occidental, ignora que esta civilización está en crisis, que su bienestar comporta malestar, que su individualismo comporta enclaustramiento egocéntrico y soledad, que sus expansiones urbanas, técnicas e industriales comportan estrés y perjuicios, y que las fuerzas que ha desencadenado tal "desarrollo" conducen a la muerte nuclear y a la muerte ecológica. Tenemos necesidad no de continuar sino de un nuevo comienzo

lunes, 14 de abril de 2008

Democracia

Robert Dahl, en su obra La Democracia pone a la palestra el tema de la democracia o que se entiende por ella, cuales son sus mínimos y máximos. Para desarrollar este tema se definirá por democracia un sistema político por el que el pueblo de un Estado ejerce su soberanía mediante cualquier forma de gobierno que haya decidido establecer.

La esencia del sistema democrático supone según Dalh la participación de la población en el nombramiento de representantes para el ejercicio de los poderes ejecutivo y legislativo del Estado, independientemente de que éste se rija por un régimen monárquico o republicano.

En base a lo señalado el autor identifica la democracia como una poliarquía ya que se deben cumplir una serie de elementos para señalar que existe una mayor o menor participación ciudadana. Estas variables hacen relación a un control de las decisiones del gobierno, cuyo poder está depositado constitucionalmente (no por el concepto, sino por la ley), está en los funcionarios electos. Los funcionarios son elegidos pacíficamente de manera frecuente, en elecciones conducidas con limpieza (no fraudulentas), en las que el fenómeno de la coerción es muy poco común, nulo o muy pequeño, tanto, como para volverse insignificante. Sufragio igual y universal en todos los adultos (todos los adultos tienen derecho a votar en las elecciones de los funcionarios). La mayoría de los adultos tienen derecho a presentarse como candidatos para cargos electivos en el gobierno. Derecho de expresarse con libertad sin correr el riesgo de ser castigado (despido, persecución o cualquier otro tipo de amenaza).Derecho de los ciudadanos de tener fuentes de información alternativas que no estén monopolizadas por el gobierno ni por ningún otro grupo (la existencia de varios medios, no uno único).Los ciudadanos tienen derechos a formar asociaciones u organizaciones relativamente independientes (autónomos), incluidas las asociaciones políticas (por ejemplo, partidos políticos y grupos de interés), que procuren influir en el gobierno rivalizando en las elecciones y por otras vías pacíficas. Garantías a los derechos de las minorías contra cualquier abuso por parte de las mayorías.

Así, según Robert Dahl, si el gobierno popular es aquel cuyas acciones estuvieran siempre de acuerdo con la voluntad de todos los ciudadanos, la democracia moderna, la poliarquía, sería aquel régimen cuyos actos presentan una estrecha correspondencia con los deseos de muchos de sus ciudadanos durante un largo período de tiempo. Dahl reformula la borrosa noción de voluntad en términos de oportunidades para formular preferencias, con el fin de expresarlas a los demás y al gobierno mediante una acción individual y colectiva. Se lograría así que las propias preferencias fueran consideradas por igual, sin discriminación en cuanto a contenido u origen mediante las garantías numeradas en las líneas anteriores.

A partir de estos planteamientos se conjetura que la función principal de esta democracia (mínima) es asegurar la libertad de los individuos frente a la prepotencia del Estado. Definida así, la democracia se distinguiría de la dictadura, y en particular del totalitarismo, por la existencia de un conjunto de instituciones y procedimientos que garantizarían la libertad de los individuos.

En síntesis podemos decir que la democracia moderna es un conjunto de reglas e instituciones (democracia mínima). Se ha postulado el mínimo de tales reglas e instituciones para eliminar la idea de vivir en el totalitarismo. La tradición de las propuestas de la democracia minimalista descansa en la propuesta del liberalismo y del capitalismo clásico.

Todas las clases de democratización han sido acompañados con una dosis de sobrecargo de las expectativas de este proceso, a la vez que imaginar que una vez establecida la democracia, la sociedad resolverá todos sus problemas. Lo anterior, evidentemente es falso, a pesar de que la visión minimalista está de moda; el fundamento de la democracia mínima es la idea de la democracia elitista. Esto forma parte de los mitos del pasado, la tarea es presentar un proyecto de democracia visible. Si hay dos principios en los que se puedan asumir estos postulados, ellos son la participación y competencia para que la democracia tenga sentido.

Participación y competencia son una especie de corazón del nuevo modelo . Sin embargo, puede ser que haya participación y competencia, perdedores y ganadores, que haya elecciones, que luchemos por los valores y que no pase nada; que la democracia se convierta en un ritual de conteo de votos, que la democracia sólo sea sucesión de elites políticas y que ninguna elite deje de defender sus intereses. Es decir, que los mecanismos se hagan repetitivos y rutinarios, que la ciudadanía no vea sus intereses beneficiados con la democracia.

Las propuestas y reflexiones surgidas sobre la democracia han impugnado la creación de otro modelo cuyo objetivo sea la superación de la democracia minimalista, tal es el caso de la democracia deliberativa.


Alberto Bravo Palma

Globalización y soberanías nacionales.

En el presente tiene por finalidad observar, analizar y vislumbrar como la globalización ha modificado el entorno en el cual nos desenvolvemos. De que forma ha favorecido o dificultado nuestras relaciones con el entorno y como han afectado las soberanía de la nación y sus instituciones.

La globalización es una red de interconexiones e interacciones económicas, políticas, sociales y culturales complejas entre los estados y las sociedades. Las cuales han sufrido una espectacular aceleración en las últimas tres décadas. La revolución tecnológica, particularmente en el campo de los transportes, las telecomunicaciones y las tecnologías de la información (TIC), han hecho aún más tupidas y complejas las redes de interdependencia que se vienen tejiendo desde la expansión europea y el surgimiento del capitalismo.

Lo que hoy se denomina globalización, de forma un tanto imprecisa, expresa este proceso acelerado por el que cada vez más problemas y actividades humanas pasan a tener dimensiones globales u organizarse a nivel mundial, y por el que las decisiones y acontecimientos producidos en un lugar del mundo pasan a tener consecuencias, a menudo imprevisibles, en otras partes del mismo. Los ejemplos del deterioro ambiental, las migraciones o el subdesarrollo han sido utilizados a menudo para ilustrar esta realidad.

El proceso de globalización no puede separarse de la progresiva preeminencia del mercado como eje organizador de los intercambios y las finanzas mundiales. La integración de las economías nacionales en un vasto mercado global es una de las transformaciones más profundas que ha vivido el sistema internacional. Los procesos de apertura y liberalización que han atravesado casi todos los países en estos últimos años aún con distinto grado de profundidad, así como los avances tecnológicos- han permitido que el libre flujo de bienes y capitales, ignorando las fronteras, se eleve a niveles desconocidos en otras épocas.

En ningún otro ámbito ha sido este proceso tan acelerado y tan visible como en el monetario y financiero quizás porque lo vemos reflejado en los sistemas de producción de los países. El mercado internacional de capitales privados, en apenas tres décadas, ha alcanzado proporciones impresionantes viéndose reflejado en la creación de instrumentos financieros más sofisticados trayendo como consecuencia la aparición de
nuevos operadores, el uso intensivo de la informática o tecnología de la información (TIC) las cuales tienen por finalidad generar interconexión no sólo de las personas sino también de los mercados global (organizaciones) funcionando las 24 horas del día los siete días de la semana

La globalización y la privatización de la economía mundial, particularmente en el orden monetario y financiero, tiene profundas aplicaciones para la existencia del Estado-nación independiente y soberano, que sigue siendo un supuesto fundamental del actual orden internacional.

Los estados nacionales están perdiendo el control de importantes esferas de actividad pública, como la oferta monetaria y los instrumentos esenciales de la política económica.
Esto significa que el contenido de la soberanía nacional y el papel del Estado-nación como actor de las relaciones internacionales se diluyen progresivamente en un vasto mercado global. Por otra parte, el proceso de globalización también implica tendencias a la fragmentación que erosionan "desde abajo" la noción de Estado-nación: grupos sociales excluidos del mercado, grupos que reivindican su identidad nacional y su derecho a la diferencia ante dinámicas homogeneizadoras, o estados integrados por distintas nacionalidades -a veces por la fuerza- que se debilitan y/o fragmentan.

La sociedad internacional de la guerra fría puede ser un claro ejemplo de lo que señalo ya que muestra erosiones de la soberanía del Estado a esto agregar creciente poder y movilidad de los actores transnacionales privados, esto es, de grandes corporaciones que no responden al interés común, sea en el plano nacional o global, y que encuentran en un mercado mundial desregulado al máximo el terreno propicio para la búsqueda del máximo beneficio. Para esto movilizan grandes montos de capital y desplazan de un lugar a otro las actividades productivas, lo que a menudo tiene profundos efectos desestabilizadores para la economía real, el empleo, el bienestar de la población y el medio ambiente

Sin embargo, este proceso no afecta a todos los estados-nación por igual. Si hay algo que ha caracterizado históricamente al sistema internacional ha sido la jerarquía y la desigualdad, al conformarse una estructura de poder económico y político en la que el occidente industrializado ha ocupado el lugar central. Los países más pobres de la periferia (Sudamérica puede ser un ejemplo claro para este caso), a causa de una su debilidad económica -agravada incluso durante la "década perdida del desarrollo" de los años 80- son mucho más vulnerables a las convulsiones de los mercados financieros y a las decisiones adoptadas en el Centro (países desarrollados e industrializado).

Aspectos decisivos para la estabilidad y el desarrollo, como los tipos de interés, las barreras proteccionistas o los precios internacionales de las materias primas, pueden verse muy afectados. La vulnerabilidad frente a las fuerzas económicas transnacionales trae para la nación el debilitamiento de la soberanía nacional, los procesos de privatización y globalización económica también cuestionan la noción y la práctica de la democracia representativa.

Como ha señalado David Held, “la democracia parece haber sido reconocida casi universalmente como la mejor forma de gobierno justo en el momento histórico en el que su eficacia como forma nacional de organización política comienza a ser cuestionada por las dinámicas de la globalización” David Held afirma con esto que
La idea de que una comunidad nacional se gobierna a sí misma y que determina su propio futuro -una idea que está en el corazón del sistema democrático mismo- es profundamente problemática hoy en día.

En efecto, ¿cuál es el significado real de la democracia cuando el Estado se va convirtiendo paulatinamente en una "cáscara vacía" sin capacidad de toma de decisiones sobre aspectos vitales para la vida y el bienestar de sus ciudadanos, en donde los movimientos sociales son un instrumentos de participación que posee los ciudadanos frente a un estado que se muestra incapaz frente a las demandas de la ciudadanía.


Será el mercado quien sea protagonista y piedra angular para desarrollo de políticas públicas y no al revés como lo señala la teoría ¿Será solamente función del estado otorgar y resguardar las condiciones mínimas y necesarias para la supervivencia del hombre a una sociedad cada vez interconectada azotada por los cambios constante y permanente propios del mercado? O será función del estado dentro de una sociedad internacional canalizar las demandas por medio de instituciones legitimas y eficientes presentándose como estructura político-social fuerte el cual garantice la seguridad a los colectivos humanos, tanto en su interior como frente a otros estados proporcionando un cierto nivel de solidaridad social, asumiendo una función de redistribución de la riqueza y de prestación de los servicios públicos esenciales.

Según lo estudiado la tercera opción representa fielmente la importancia y el papel que juega el estado frente a un globalización o mundialización de la sociedad; ya que habrá de recordar que la soberanía del Estado permite a los países ricos frenar los flujos migratorios en sus fronteras y mantener así su elevado nivel de bienestar social; por último, el Estado continúa identificándose como punto de referencia/aglutinante cultural No existe ninguna estructura supranacional capaz de dar respuesta a los problemas globales en sustitución de los Estados.

La soberanía se define en su concepción formal, sobre la base de dos elementos o bases la igualdad y la independencia de los Estados. Desde una perspectiva menos formalista, la soberanía puede enunciarse como el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, tanto desde un punto de vista político como económico. No obstante, este concepto teórico de soberanía estaría incompleto si no se vincula a la noción de competencia.

Para seguir siendo efectiva, el concepto y la práctica de la democracia ha de adaptarse a la dimensión mundial de la economía y a los problemas que plantea un mundo interdependiente. Esto requiere, entre otras exigencias, redefinir la forma, el papel, las competencias, las formas de representación y control y los procesos de toma de decisiones de los organismos regionales e internacionales, así como su relación con los estados y la sociedad civil. Esta redefinición afectaría a aquellos ámbitos en los que el nivel internacional parece ser la más adecuada gestión monetaria y financiera, medio ambiente y gestión de espacios comunes, entre otros-. También implicaría abordar procesos de descentralización de cara a los niveles locales de decisión, aunque este es un asunto que excede los límites de este traba o. En el caso de las entidades de carácter supranacional o internacional, se debería dar respuesta por lo menos a tres exigencias:

 Eficacia: las nuevas instituciones y regímenes globales deberán tener las competencias y la autoridad necesarias para garantizar una gestión eficaz de asuntos que afecten a la seguridad global, a la gobernación económica internacional y a la gestión sostenible de los recursos y el medio ambiente común. Un corolario de la eficacia es la subsidiariedad, otorgando competencias sólo en aquellos ámbitos en los que la gestión común permita superar las carencias de los entes estatales.

 Democracia: las nuevas instituciones y regímenes internacionales deberán ser compatibles con los principios democráticos de representación, control, rendición de cuentas y balance de poderes, y buscar soluciones públicas donde hoy sólo operan las fuerzas de mercado.

 Equidad: como corolario de lo anterior, se debe garantizar una representación justa de todos los países, evitando que los sistemas de toma de decisiones reproduzcan y/o profundicen la desigualdad económica y la jerarquía de poder del sistema internacional.


Desde esa perspectiva, la soberanía puede identificarse como "la titularidad originaria del máximo de competencias compatibles con aquellas, iguales, de las que gozan los demás Estados", o como "el conjunto de competencias atribuidas al estado por el derecho internacional ejercitables en un plano de independencia e igualdad con los demás Estados". La noción de soberanía va indisociablemente unida a la noción de Estado. Desde un punto de vista teórico, la soberanía constituye el fundamento, y el ejercicio de las competencias soberanas la consecuencia. Se puede delegar/atribuir el acción de competencias soberanas a una organización internacional, pero no se transfiere la soberanía misma. Cuando los Estados limitan o transfieren el ejercicio de sus derechos soberanos ejercen su soberanía. Sin embargo, en la práctica, la existencia de soberanía sólo puede manifestarse a través del ejercicio de dichas competencias soberanas.

Por lo tanto, para averiguar si los Estados continúan siendo soberanos, bastará con determinar si éstos siguen ejerciendo las principales competencias que hoy día se relacionan con dicho concepto

En el ámbito externo, las competencias de defensa y la autonomía en la dirección de su política exterior, El monopolio de la coacción en el ámbito interno. En tales circunstancias, y salvo algunos casos excepcionales, los Estados continúan siendo soberanos, al menos formalmente.

Incluso en el ámbito de la Unión Europea, los Estados siguen ejerciendo los funciones esenciales atinentes al núcleo central de la soberanía. Las limitaciones que impone la globalización al ejercicio eficaz de las competencias soberanas no son mayores que las derivadas del desigual reparto de poder en la sociedad internacional. Estas últimas han existido siempre (especialmente tras el proceso descolonizador del pasado siglo) y, salvo para los negadores del derecho internacional, nunca han puesto en cuestión la existencia del Estado y, por ende, del principio de soberanía. En la actualidad, el Estado continúa siendo el principal núcleo de poder en la sociedad internacional66 y, en consecuencia, permanece como eje central en torno al cual se articula el derecho internacional. Por lo tanto, persiste la vigencia de la noción de soberanía como elemento constitutivo del Estado y base del derecho internacional actual.

Ello no debe obstaculizar la identificación de los vectores de evolución que han modelado este concepto, al aumentar cuantitativa y cualitativamente los límites del Estado en el ejercicio de sus derechos soberanos.

Como corolario de ese proceso, se ha ido reduciendo de manera ostensible el ámbito de aplicación de la excepción de competencia doméstica contenida en el art. 2 (7) de la Carta de Naciones Unidas. En última instancia, considero que la afirmación de la pervivencia de la soberanía de los Estados tiene una importancia capital, no sólo para la comprensión del ordenamiento jurídico internacional, sino desde un punto de vista político y social.

Bibliografía:


 Globalización y Soberanía de los Estados. PDF

 Globalización y Gobernabilidad global. PDF

 Globalización, Identidades Colectivas y Ciudadanía. PDF

 Globalización; Perspectivas de una País Pequeño. PDF

 La Globalización. Un Concepto y sus Problemas. PDF

lunes, 26 de noviembre de 2007

Los retos que deben enfrentar Chile frente a la globalización financiera (mercado).

El mundo global del que formamos parte y con el que nos toca vincularnos, esta formado por países y regiones con grandes diferencias no sólo culturales sino también económicas. A pesar de estas diferencias esta estrechamente interconectado a través de los medios de comunicación y de transporte, enfrentando una serie de desafíos y problemas que, en virtud de la interconexión física y virtual alcanzada afectan con mayor o menor intensidad a todos los países del mundo. Asi desde un punto de vista del desarrollo económico y social Chile forma parte del enorme grupo de países subdesarrollados o países emergentes, pero dentro de ellos, participamos de un subgrupo que avanza significativamente. Esto se ve reflejado en el mejoramiento de la calidad de vida, educación y salud por medio de la ampliación de la cobertura del sector público. Las exportaciones crecen regularmente llegando e incluso a representar sobre el 50% del PIB (producto interno bruto). Las agencias internacionales que evalúan las economías mundiales, ubican a Chile en el puesto 26 entre las economías más competitivas del mundo y primero en América Latina.

Entre las fortalezas de chile son el trato no discriminatorio a las empresas extranjeras, la eficiencia empresarial local, el nivel de preparación de sus profesionales, la adecuada intervención estatal en la economía y la buena calidad de vida de su población, entre otros factores. En la administración publica existen notorios avances en el índice de percepción de corrupción, elaborado por Transparency Internacional que examina a los países de acuerdo a el grado de corrupción de los funcionarios públicos y políticos percibidos por la sociedad, ubicando a chile dentro de los primeros lugares en Latinoamérica siendo uno de los países que goza de menor índice de corrupción, en una escala que va de menor a mayor grado de corrupción.

Por nuestra identidad cultural Chile forma parte de la civilización cristiana occidental con los países de Europa occidental, de América y algunos de Oceanía, y dentro de esta macro clasificación, pertenecemos a Latinoamérica, con todo lo que esto implica en cuanto a herencia cultural y tradiciones.

Estos hechos marcaran en cierta forma las directrices al momento de establecer las relaciones de chile con el mundo pues son condicionantes ya que el tamaño de la economía chilena , el desarrollo social, las diferencias y semejanzas culturales, nuestra posición geográfica, la magnitud y características de los problemas que nos afectan, marcaran asi las pautas de nuestros intereses y necesidades como país y la capacidad de negociar y establecer acuerdos con otros denominados potencias economiazas o mundiales.

La inserción de chile en el mundo se concreta a partir de vínculos económicos, políticos y culturales, sostenidos por medio de la comunicación y de transporte y formalizados a partir de acuerdos y tratados internacionales, con ello lo que se pretende es establecer flujos constantes de personas, bienes, servicios y conocimiento con otras naciones, se comparten experiencias y se generan acuerdos sobre el modo de enfrentar problemas comunes. La magnitud, intensidad y forma de relacionarnos con el mundo dependerá entonces del grado de interconexión física y virtual, de los tratados y convenios internacionales suscritos con otras naciones y estado.

Para determinar la cercanía o lejanía de de un lugar es necesario fijar un punto de referencia. Antes de la conquista española, eran las grandes culturas de México y Perú, asi como en Europa era el Mediterráneo, después de la conquista y hasta el siglo XIX, el centro de intercambio se trasladó al océano Atlántico, punto de encuentro entre el viejo y el nuevo mundo. A partir de del siglo XX, gracias al desarrollo de las economías de la costa oriental del pacifico y del avance de los medios de comunicación y transporte, este océano ha surgido como un nuevo centro. Con estos cambios, la posición relativa de chile ha ido pasando de una situación de aislamiento y lejanía de los principales centros económicos e industriales a una posición estratégica, por las potencialidades que da la conexión entre los países de la costa Atlántica de América del Sur y las economías mas desarrolladas de la cuenca del pacifico.

La interconexión virtual a la cual se hace alusión al inicio del texto hace relacion a las tecnologías (TIC) siendo las de transporte y telecomunicación las cuales han experimentado un desarrollo a lo largo del tiempo, jugado asi un rol protagónico durantes las ultimas cinco décadas esto se ve reflejado en el proceso de conexión y modernización del sector publico y privado. Situando asi a Chile como un líder natural dentro del contexto latinoamericano en materia de modernización y fomento de tecnologías por medios de programas gubernamentales junto con el apoyo de privados logrando asi ventajas de carácter competitivos viéndose reflejado en el fomento y desarrollo de telecomunicaciones y el mejoramiento de accesos con el fin de incentivar mayor inversión extranjera o privada otorgándole garantías para invertir en el país por medio de una legislación (normas) claras y amparado en una tradición política que se mantiene a lo largo de la historia. Chile en Latinoamérica presenta uno de los índices de mayor conexión en materia de telecomunicaciones viéndose reflejado en el explosivo uso de telefonía fija, inalámbrica y fomento del uso de Internet tanto para el pequeño y mediano empresario.

La interconexión física hace relacion al mejoramiento sostenido que ha mantenido chile a lo largo de su historia, viéndose reflejado en el mejoramiento de los puertos marítimos y aéreos a ello agregar el mejoramiento de las rutas terrestres las cuales conectan los puertos del Atlántico con los del Pacifico con el fin de intensificar el flujo comercial de los países del atlántico con los de la cuenca del Pacifico.

Chile posee un reducido mercado interno, ya que la población oscila en torno a los 17 millones de habitantes, es por esta razon que se requiere de una activa participación en el comercio internacional para mantener en forma sostenida el crecimiento de la economía, mejorando los niveles de empleo, producir innovación tecnológica por medio de productos con valor agregado y optimizar la asignación de recursos según las prioridades contexto y tiempo al cual se está viviendo. El desarrollo de producción nacional requiere de intervención de privados e inversión extranjera ya que genera mayor competencia ya que cuenta con las herramientas para lograr fortalecer la economía nacional. La estrechez del mercado interno debe modificarse a nivel financiero con estrategias de inversión fuera de tierras nacionales.

Nuestra inserción en la economía mundial se caracteriza por un intenso intercambio comercial y financiero basado en la apertura de mercado como una fuente de incentivo a las exportaciones e importaciones a ello agregar la flexibilización de la legislación que ha permitido la inversión chilena en el extranjero.

¿Serán entonces la importación, la exportación, la inversión extranjera y la inversión chilena en el extranjero las bases de la economía nacional? Al parecer esto seria efectivo ya que chile a mantenido y desarrollado una activa participación en la inserción económica mundial a partir de la década del 70 producto de una dictadura militar la cual tenia como objetivo participar en la economía mundial mediante tres (3) estrategias las negociaciones bilaterales, la apertura unilateral y las negociaciones multilaterales con ello se estima que chile para el año 2010 tendrá cubierto cerca del 95% del total del comercio exterior bajo las formas ya mencionadas, poniendo en riesgo su estabilidad económica producto de la vulnerabilidad en que se encuentra producto de la dependencia de los mercados externos. Este hecho podemos ejemplificar por ejemplo en la crisis económica que afecto al continente Asiático siendo la gran crisis de los mercados globalizados siendo Chile uno de los países más afectados del cono sur (1997) u otro hecho que también hizo tambalear la economía nacional fue el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York (Estados Unidos,2001 ) .

Es por esta razón que la globalización financiera impone grandes retos para las autoridades financieras. Las crisis de los mercados emergentes han demostrado que los mercados internacionales de capital rápidamente exhiben y castigan las debilidades económicas de los países. Por lo tanto, para extraer los grandes beneficios de la integración financiera a la vez que se minimizan los riesgos de una reversión repentina de los flujos de capital, es esencial que los países mantengan políticas macroeconómicas coherentes y apropiadas: una posición fiscal sólida, inflación baja, supervisión y regulación fuerte del sistema financiero y un régimen cambiario adecuado.

Lo que señalare a continuación no es una formula que debamos aplicar para mantener o intentar mantener la economía nacional regulada, pero si tiene por objeto ser una alternativa de las cientos que existen para intentar disminuir el impacto de las crisis económicas dentro de mercados incipientes o en vías de desarrollo, me centrare en tres áreas (3) que pasare a detallar a continuación:


 La regulación y supervisión del sector financiero.

 Ley de quiebras.

 Protección de accionistas minoritarios.


Las crisis financieras de Asia como asi también la de los Estados Unidos de Norteamérica tienen en común una expansión rápida del crédito, que la mayor parte de las veces respondió a debilidades serias de las habilidades administrativas y de evaluación de riesgo por parte de los bancos, y a una supervisión inadecuada de las autoridades.

Por lo tanto, para evitar un exceso de apalancamiento se debe desarrollar una supervisión adecuada. Ésta es una de las tareas más difíciles y complejas para las autoridades financieras. Aún en mercados desarrollados es difícil contar con un análisis y una supervisión sofisticada, pero dada la escasez de capital humano, el problema es más complicado en los mercados emergentes
Algunas lecciones que podemos derivar de las experiencias recientes como son el caso de México (1994), Asia (1997) y la caída de las Torres Gemelas (Estados Unidos,2001) son las siguientes:

 Dado que toma tiempo desarrollar un sistema de regulación adecuado y personal capacitado y entrenado para supervisar el sector financiero, se debe emplear una liberación financiera apoyada en un sistema de control a bancos extranjeros, aumentando la confianza sobre el sector (financiero) elevando su eficacia.

 La detección oportuna y la rápida acción correctiva reducen el costo de la reestructuración y mandan señales apropiadas para disciplinar la administración bancaria. Sin embargo, esto no se debe confundir con acciones apresuradas, que podrían convertirse en el detonador de un problema sistémico. Para instrumentar un sistema de detección oportuna y rápida acción correctiva, la transparencia es esencial.

Estas medidas fueron adoptadas por México (1994) producto de la crisis económica en la cual se vio sumergido.

Entre las propuestas más importante se encuentra la remoción de las restricciones restantes a la inversión extranjera en el sistema financiero, y la limitación de la cobertura del seguro de depósito solamente a pequeños ahorradores, para inducir mayor disciplina y reducir el riesgo moral.

Otra lección de las crisis mexicana (1994) y asiática (1997) es la importancia de tener una buena ley de quiebras para el funcionamiento eficiente del sector financiero.

La moratoria generalizada de pagos en contratos de deuda privados es uno de los conflictos más complejos con los que el sector financiero tiene que tratar, particularmente cuando la empresa que declara la moratoria tiene múltiples acreedores. La eficiencia del sistema financiero depende en gran medida de contar con una infraestructura legal que permita resolver estos conflictos de manera simple, predecible y expedita, que otorgue seguridad a los participantes de que sus derechos serán respetados y que permita que los recursos sean asignados a los usos más valiosos. En ausencia de esta infraestructura, el crédito se volverá más caro - si es que existe - y la asignación de recursos será ineficiente, provocando un alto costo social.

Adicionalmente, una infraestructura inadecuada puede disminuir la credibilidad del sistema judicial en la resolución de estos conflictos, promoviendo que los deudores no cumplan con sus obligaciones.

Una ley de quiebra debe contemplar elementos bases tales como:

1) la creación de especialistas en Reorganización de Empresas. El cual tenga como fin regular a aquellos especialistas privados involucrados en los procedimientos liberando a jueces o magistrados de tareas administrativas, permitiéndoles concentrase en las funciones que le competen.

2) Simplifica el régimen de reorganización empresarial sustituyendo los procedimientos de quiebra y de suspensión de pagos con un procedimiento único con una etapa de reorganización, con fechas y tiempos definidos por norma.


Es conveniente agregar, para terminar con este tema, que el proceso de globalización y de integración de los mercados de capital, no solo hace que estas reformas sean más probables, sino extremadamente necesarias para atraer el financiamiento necesario para fortalecer las estrategias de desarrollo sustentable del país.

lunes, 22 de octubre de 2007

La sociedad chilena frente a los desafíos globales

Las interrogantes que nos plantean Charles Taylor, Gilles Lipovetski y Alan Touraine entre otros autores contemporáneos son: ¿cómo en una sociedad democrática se puede reconocer identidades culturales específicas y de que forma garantizan la sobrevivencia de estos grupos? Surge a raíz de esta pregunta el concepto de multiculturalismo el cual será definido como una teoría que busca comprender los fundamentos culturales de cada una de las naciones, las cuales se caracterizan por su gran diversidad cultural, lo que hace más problemática la relación entre sus integrantes, pues todo ello genera por una parte cierta tensión por querer encontrar su identidad; y por otro lado genera intercambios culturales en beneficio de los grupos de tal manera que tensión e intercambio coexisten generando así fragmentación de las sociedades en distintas fracciones lingüísticas, étnicas o culturales repercutiendo esto en la desestabilización del sistema democrático.

El escenario nacional ha cambiado notoriamente tanto el ámbito económico como cultural y político en los años transcurridos desde la recuperación de la democracia, en 1990. El país tiene nuevas y mejores oportunidades de desarrollo. Esto se ve reflejado en la estabilidad democrática trayendo como consecuencia de ello la estabilidad de las instituciones y el consenso político frente a la canalización de demandas sociales por medio de los canales correspondientes y dispuestos por las autoridades viéndose reflejado en la gobernabilidad y reconocimiento de los derechos civiles de los ciudadanos.

Hoy en dia chile esta inserto en un mundo globalizado definiendo globalización como un proceso creciente de comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo resaltan características tales como unificación de mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Así, los modos de producción y de movimientos de capital se configuran a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado la "sociedad en red". En este marco se registra un gran incremento del comercio internacional y las inversiones, debido a la caída de las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones.



Hay que tener cuidado con exagerar su efecto sobre la soberanía de los estados, ya que algunos se exceden en la importancia de los estados en el pasado y extreman su actual decadencia. Es necesario aclarar que aunque hoy el capitalismo sea global, ésta universalidad no es pura, sino más bien una combinación de elementos transnacionales e internacionales que depende de cada Estado.

La globalización pone en tela de juicio cuatro supuestas amenazas que hacen peligrar la existencia del Estado-nación actual: las transformaciones del capitalismo, los nuevos límites globales (medioambientales y demográficos), las nuevas políticas de identidad y movimientos sociales y la emergencia de un Estado mundial. Si bien todas ellas son efectos derivados de la globalización

Es importante explicitar que el enfoque de este ensayo se busca rescatar el efecto de la globalización sobre los grupos indígenas, el multiculturalismo y la experiencia en Chile. Es cierto que la globalización posee múltiples beneficios, pero nos olvidamos de que uno de sus efectos indirectos es la homogenización de las culturas, es decir, que la interdependencia “fuerza” a los países a que se uniformicen adoptando las pautas de comportamiento de la mayoría. Así se excluyen a las minorías, lo que conlleva a una disminución de la diversidad y la segregación de las etnias, quienes no encuentran su lugar dentro del avance tecnológico que hoy nos rodea. Por lo mismo, con la aparición de los nuevos movimientos sociales y las políticas de identidad, se busca recuperar a estas culturas y su legado desvanecido. Para esto, es primordial el Estado, ya que es el impulsor de políticas de protección e integración de las minorías étnicas (esto comprueba la tesis de Mann de que estos movimientos refuerzan a los Estados, en vez de fragmentarlos). Para lo anterior, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) propone tres modelos de integración que los estados pueden utilizar: la asimilación, la diferenciación y el multiculturalismo. La primera se orienta a reconocer y mantener las fronteras entre los distintos grupos, respetándolos como comunidades distintas. Estas políticas son pragmáticas, ya que apuntan a resolver necesidades puntuales y transitorias de los inmigrantes, por lo mismo, no buscan la integración efectiva. Por otro lado, la asimilación es cuando se busca la homogenización de los diferentes actores para la construcción de una patria común, es decir, pretende el amalgamiento de los distintos grupos en una cultura única y nacional en desmedro de la valoración y acogida de identidades múltiples.
Por último, el multiculturalismo corresponde al conjunto de políticas gubernamentales destinadas a incentivar la diversidad cultural en una sociedad multiétnica, insistiendo en el respeto mutuo y la tolerancia a las diferencias dentro de las fronteras de un país.

Su objetivo es enfatizar las características singulares y originales de las distintas etnias que existen en un mismo territorio, con fin de lograr una convivencia respetuosa. Pero esto no significa que se trate de alcanzar una cultura única, sino más bien de enriquecer ambas (y a la nación) a través de los aportes que cada una de ellas puede efectuar.

Si aplicamos lo anterior a nuestro país, la asimilación es el método que se usó en Chile, esto permite ver que afecta directamente las posibilidades de desarrollo de los pueblos indígenas, por lo tanto, es muy apremiante revertir esta situación. Si bien hay que destacar que a partir de los noventa se ha intentado asumir una postura más incluyente, los esfuerzos han sido incipientes. Personalmente, creo que muchos de los problemas de coexistencia entre el gobierno y los pueblos originarios se debe a una falta de reconocimiento constitucional de los mismos, pero vemos que el estado ha implementado varios programas de corte multiculturalista como la creación de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y de la promulgación de la Ley Indígena de 1993. Otro avance significativo es la creación del Programa Orígenes, que entre otros promueve un proyecto de educación bilingüe para la conservación de las lenguas nativas.

Como conclusión se puede decir que la globalización es un proceso contemporáneo que posee un profundo impacto, si esto lo aplicamos a Chile y a la cuestión indígena veremos que hay un problema: a pesar de los esfuerzos multiculturales, éstos han sido insuficientes porque no se ha logrado terminar con la problemática indígena la cual se relaciona con la exclusión e inequidad no solo en un ámbito económico sino también educacional en la que viven los pueblos originarios siendo estos relegados aun tercer plano perdiendo asi toda posibilidad de representatividad dentro de la esfera publica que generamos con ello una nación que carece de historismo e identidad y que ve menoscabada la posibilidad de representación política institucional frente a una sociedad global que ignora y muchas veces reprime a las minorías étnicas

Bibliografía:

El multiculturalismo y “La política del reconocimiento”, ensayo de Charles Taylor।
Ciudadanía multicultural. Una teoría liberal de los derechos de las minorías. De Hill Kymlicka
Los tiempos hipermodernos। De Gilles Lipovetski y Sebastián Charles।¿Podemos vivir juntos?
Iguales y diferentes De Alain Touraine।